La educación inicial acompaña las primeras etapas de aprendizaje de los niños y niñas. Puede partir con la estimulación temprana y continuar hasta el nivel medio mayor, en donde los educadores son clave.
Estos primeros años se establecen las bases cognitivas, emocionales y sociales que marcarán su futuro. Por ello, es fundamental aplicar un enfoque integral, centrado en las necesidades del niño.
Importancia de la relación educador—infante
El niño es el centro de la educación infantil, y debe ser considerado como un sujeto activo y con derechos. La relación con el profesional a cargo de su formación influye directamente en un desarrollo sano.
Los profesionales deben estar atentos a las necesidades del infante, y establecer canales de comunicación efectivos.
De este modo, se crea un ambiente seguro que favorece la adquisición de habilidades sociales y emocionales, indispensables en etapas posteriores.
Beneficios de atender las necesidades del infante en su educación inicial
Desde el punto de vista del desarrollo infantil, la importancia de la educación en niños y la comprensión de sus necesidades descansa en varios motivos:
Favorece el desarrollo emocional y cognitivo
Prestar atención a las necesidades emocionales del niño, como sentirse seguro y valorado, es determinante para desarrollar su autoestima, capacidad de autorregulación y manejo de conflictos saludable.
Además, proporcionar un ambiente seguro en la educación infantil es clave para los niños exploren el mundo que les rodea, lo que influye en su desarrollo cognitivo y las adquisición de habilidades motoras.
Promueve las habilidades sociales y lingüísticas
Los primeros años de vida tienen un enorme impacto en el desarrollo social. El contacto temprano entre compañeros les permite adquirir habilidades como la empatía, la comunicación y el trabajo en equipo.
Al mismo tiempo, la interacción juega un rol decisivo en el desarrollo del lenguaje. En este sentido, desde el primer año hasta los 2 años, los infantes pueden articular entre 20 y 50 palabras inteligibles.
La importancia de la educación en niños a partir de esa edad está en promover la adquisición de vocabulario que les permita expresarse con más claridad durante su crecimiento.
Permite identificar necesidad especiales
Durante los primeros años de vida, es posible que algunos niños presenten diferencias en su forma de aprender y relacionarse.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA), por ejemplo se puede identificar a los 18 meses de edad o incluso antes.
Sin embargo, muchos infantes no reciben un diagnóstico certero hasta que son mayores.
Una formación integral permite a los educadores detectar señales para brindar un apoyo pedagógico y emocional adecuado.
Además, la identificación temprana de necesidades especiales facilita que se brinde la orientación adecuada a su familia, para que en el hogar sepan cómo crear un espacio seguro y positivo.
Diplomado en Educación Inicial de UNAB: una visión integradora
En definitiva, la calidad de la educación durante los primeros años de vida es fundamental, pues influye en el aprendizaje y bienestar socioemocional de los párvulos.
El Diplomado en Educación Inicial de UNAB, es una herramienta valiosa que permite adquirir conocimientos y habilidades para mejorar la educación en esta etapa crucial.
Con un plan de estudios basado en temas de actualidad, como la diversidad e inclusión en el aula, el programa ofrece la oportunidad de garantizar un futuro más prometedor para las nuevas generaciones.
A su vez, los profesionales tendrán la oportunidad de destacar con una formación de vanguardia, centrada en las necesidades de los niños e implementar las Bases Curriculares de manera efectiva.
