Los postgrados de la UNAB abren un abanico de oportunidades a profesionales de distintas áreas, tanto para su desarrollo laboral como para mejorar sus lugares de trabajo. Ana María Aravena es una de ellas. Tomó el Magíster en Salud Pública para asumir nuevos desafíos y acá nos cuenta más sobre su experiencia.
Ana María Aravena Rivera es enfermera de profesión. Se desempeña en el Complejo Asistencial Víctor Ruíz de Los Ángeles, región del Biobío, un recinto de alta complejidad. Actualmente está cursando el primer año de Magíster en Salud Pública con mención en Gestión y Epidemiología en formato online.
¿Sientes que este magíster ha sido un apoyo para tu desarrollo profesional?
“Sí, la verdad es que me ayudó harto porque yo estaba en otra labor del complejo, coordinando un servicio que era pequeño y, cuando supieron que yo estaba estudiando el Magíster en Salud Pública, me reubicaron y aprovecharon lo que yo estaba aprendiendo para insertarme en el área de protocolos, de ver un nuevo proyecto que tienen pensado para el recinto, y para ayudarlos en el sistema de referencia y contra referencia con la red asistencial”.
¿Has podido aplicar lo aprendido?
“Sí, de todas maneras. A medida que voy pasando los ramos, estoy aplicando los conocimientos, las herramientas y todo lo que nos van enseñando”.
“Elegí el magíster en la UNAB por su prestigio”
Ana María estudió el pregrado en Santiago. Ella misma confiesa que hubo un período en que se sintió “desencantada” con su carrera. “Uno se da cuenta que los funcionarios de la salud podemos progresar en otros ámbitos, por ejemplo, donde se ven los proyectos, donde se toman las decisiones, donde una puede estar a cargo de un área”, reconoce.
Sin embargo, durante la pandemia se le abrieron muchas posibilidades para ampliar su ámbito de acción y sus capacidades. Fue ahí cuando tomó la decisión de hacer el Magíster en Salud Pública para asumir nuevos desafíos.
¿Por qué elegiste la Andrés Bello?
“Siempre supe que la Andrés Bello tenía mucho prestigio; estaba bien evaluada, tenía buenos profesores, una buena infraestructura. Cuando empecé a ver dónde hacer el magíster, me apareció una publicidad y revisé la malla de la UNAB. Me gustó mucho, sobre todo que se podía estudiar a distancia y en formato asincrónico. Además, a medida que ibas progresando te daban la oportunidad de tener diplomados. Todo eso me acomodó mucho, porque te daban todas las facilidades para que una pudiera estudiar”.
“Los docentes del magíster en salud pública eran muy preocupados”
Algo que Ana María Aravena destaca bastante es la preocupación del cuerpo docente del programa, quienes estaban disponibles casi 24/7 para las y los estudiantes.
¿Cuál es su opinión sobre las y los docentes del magíster?
“Son muy comprometidos. Por ejemplo, algunos programan clases sincrónicas optativas para que podamos reforzar lo aprendido, hacer preguntas, discutir sobre distintos temas. Son optativas y quedan grabadas para que una las pueda revisar. O en los ramos más complejos, como cálculo, ellos se toman todo el tiempo para explicarte lo que no entendimos. Se nota la preocupación que tienen por sus estudiantes”.
¿Ha cumplido con tus expectativas?
“Sí, completamente. Estoy súper feliz con haber escogido la Andrés Bello. Estoy feliz porque he aprendido harto y lo he podido implementar. Gracias a Dios justo se ha dado la oportunidad en el mismo momento que estoy estudiando, lo que a mí me favoreció”.
¿Por qué recomendarías postular a este magíster en la UNAB?
“Lo recomendaría porque la Andrés Bello es una institución muy comprometida. También porque sus profesores están muy capacitados, se manejan en el tema y, cada vez que he solicitado algo, ya sea por algún trámite, alguna consulta, me la han respondido clara y oportunamente”.