Cada vez son más las y los estudiantes extranjeros que eligen realizar un post título en la UNAB, la que ofrece sus programas en alianza con otras universidades de Latinoamérica. Conoce el testimonio de un ex estudiante ecuatoriano del Magíster en Terapia Manual Ortopédica.
“Las áreas en las que me desempeño son traumatológica y deportiva, en un consultorio, y bueno, gracias a la maestría pude acceder a ser docente”, así recuerda William Cadena Carrera, fisioterapeuta de profesión, uno de los primeros beneficios que le trajo el haber cursado el Magíster en Terapia Manual Ortopédica de la Universidad Andrés Bello.
¿Cómo ha sido tu experiencia como docente?
Súper bien, todo gracias a la maestría que me abrió los ojos en muchos aspectos en cuanto a tratamiento y por ende ya pude coger un poco más de experiencia para ser docente. Al inicio me costó, pero ahora llevo casi siete años en la docencia y me gusta bastante.
Magíster “made in Chile” en tierras extranjeras
“Unos colegas ecuatorianos que trabajan en Quito me comentaron que ellos estuvieron en un programa antes, entonces gracias a ellos fue que pude tener más información”, nos comenta William Cadena sobre su primer acercamiento al Magíster en Terapia Manual Ortopédica.
Cadena es profesional de las ciencias de la rehabilitación en su país natal Ecuador. Desde ahí comenzó a recabar más información sobre el programa de la UNAB, el que iba a tener una versión en Lima, Perú. Los miles de kilómetros de distancia no fueron una barrera para cumplir sus sueños.
El programa era semipresencial, ¿cómo lograste con conciliar tu vida en torno a las clases presenciales?
Viajamos en avión para estar en Lima jueves, viernes, sábado y regresábamos el domingo, eso lo teníamos que hacer una vez al mes. En ese entonces, yo trabajaba en una institución pública, hablé con mi jefa y le permitió hacerlo. Y en mi consultorio, fue mucho más fácil hacerlo.
El desafío de estudiar un programa a distancia
“Cuando regresé de Perú tras haberme graduado, ya se veían las personas con las mascarillas en el aeropuerto”, recuerda William Cadena sobre su participación en el Magíster en Terapia Manual Ortopédica, el que realizó justo antes de comenzar la pandemia.
¿Por cuánto tiempo se extendió el programa?
Cerca de cuatro años. Lo más complejo fue la tesis, ya que no es fácil ponerse de acuerdo con tutores que no viven en tu misma ciudad; mandar los avances, pero también hubo una responsabilidad de nosotros, los alumnos, en no avanzar más rápido.
¿Cómo estaba compuesto el cuerpo docente?
En cuanto al contenido de la maestría en Terapia Manual Ortopédica, todos mis profesores fueron chilenos. En cuanto al docente que nos daba investigación, él era peruano. Era un cuerpo docente con mucho conocimiento y bastante estricto, pero en el buen sentido. Realmente, creo que un docente tiene que ser como ellos fueron. Todos excelentes.
Desarrollo profesional garantizado con el Magíster en Terapia Manual
“Me pareció excelente, me abrió los ojos en cuanto a evaluación, igualmente en cuanto a tratamiento. Si tuviera que dar alguna sugerencia en cuanto a ello, bueno, actualmente la evidencia científica nos dice que el ejercicio es lo más top”, afirma William Cadena.
¿Cuál es tu opinión sobre el contenido del programa?
Bueno, en ese entonces, el ejercicio no estaba tan de moda. Y entiendo que ahora el programa se actualizó y tiene un módulo de ejercicio terapéutico. En mi caso, los contenidos que vimos cumplieron totalmente con mis expectativas, al cien por ciento.
¿Ya has podido poner en práctica todo lo aprendido en el magíster?
Sí, tanto en el consultorio como en la docencia, he puesto mucho en práctica. También de entender que la fisioterapia se divide en tres: terapia manual, educación sanitaria y ejercicio terapéutico, entonces, ahí entran de lleno los contenidos que aprendí.
Un programa para recomendar
“La graduación fue en Lima, Perú, ya que algunos docentes justo tenían que graduar a varios compañeros, incluso de anteriores promociones del Magíster en Terapia Manual Ortopédica, entonces las autoridades de ese entonces hicieron un viaje a la ceremonia, y ahí entramos todas las personas que estábamos por graduarnos”, recuerda Cadena.
¿Compartiste ese momento con alguien, familiares, amigos?
En realidad, quise ir solo porque tenía que dar la defensa, entonces no me quería poner nervioso. Por eso, le pedí a mi familia que no fuera, al igual que lo hicieron otras compañeras del programa. Fue un día para recordar.
¿Cómo podrías resumir la experiencia que viviste y por qué la recomendarías a otros profesionales como tú?
A mis estudiantes, que ya están en séptimo semestre, yo siempre les recomiendo que acaben el pregrado y vayan de inmediato por un postgrado, y bueno, siempre recomiendo en base a mis experiencias previas. Por mi parte, siempre tengo la idea de seguir aprendiendo, de leer artículos, de hecho, entiendo que hay cursos más cortos, que tienen una duración menor.