“Mi nombre es Franjo Restovic, soy kinesiólogo de la ciudad de Antofagasta, trabajo acá en un Programa de Integración Escolar de una escuela de la comuna, y realicé el Diplomado en Neurociencia y Desarrollo Sensorio-Motriz de la UNAB”.
Así comienza presentándose el profesional que en la actualidad trabaja con niños de una Escuela cuyas edades fluctúan entre los 3 y 15 años, o cuentan con algún tipo de discapacidad motora.
Adquiriendo nuevas herramientas
Siempre ligado al área del deporte, y la actividad física en general, Franjo ha tratado de incluir este ámbito dentro de sus terapias en la escuela. Sin embargo:
“Siempre me vi un poco limitado, por falta de preparación de base en el área educativa, uno está formado para el área clínica.
Esta es la razón por la que comienzo a buscar herramientas fuera de lo que ya conocía y descubrí este programa de diplomado en la UNAB”.
¿Cómo tomas la decisión de realizar este Diplomado en Neurociencia y Desarrollo Sensorio-Motriz?
Sentía que tenía algunos vacíos dentro de mi formación profesional. Ya en el trabajo uno va viendo cuáles son esas cosas que te van faltando para hacer aun mejor tu trabajo.
Buscando en distintas plataformas, programas que se impartían a lo largo de Chile, encontré este programa de desarrollo específico con dificultad en el aprendizaje escolar.
Fue lo que me llamó la atención, así también la malla que tenía, las asignaturas en materia y docentes con mucha experiencia. Eso me pareció muy atractivo, el poder aprender de ellos.
Diplomado en Neurociencia y Desarrollo Sensorio-Motriz
¿Qué podrías contar sobre tu experiencia en el programa?
La verdad es que me pareció un programa súper bueno, súper atingente a la actualidad.
Empezó desde el inicio a través de las diferentes leyes que están vigentes hoy en día en la escuela, en el área de la educación.
Esto, desde la nueva ley TEA que se empezó a impartir, hasta un sinfín de diagnósticos.
Las herramientas que aquí recibes son importantes. Por ejemplo, cómo enseñar a través del juego, a utilizar herramientas que uno ya conoce como profesional, pero con una función mucho más práctica.
Para mí fue un diplomado que contribuyó a toda la formación que tengo, y a lo que pueda venir en adelante.
¿Cuál consideras tú que es el principal aporte de los profesionales que realizan este diplomado dentro del campo laboral?
El de profesionales capacitados para abordar de una forma diferente cada una de las necesidades dentro del sistema educacional respecto al trabajo con los niños.
Además, como dije antes, desde el primer tramo que tiene el diplomado volvemos a ver las leyes, a conocer la parte legal actualizada, que es algo que sí se aplica dentro de la escuela.
Entender cuáles son nuestras funciones, desde dónde, hasta dónde podemos intervenir a los estudiantes; cuáles son las responsabilidades que tienen ellos y las que tenemos nosotros; cuáles son las influencias y los límites que podemos tener dentro de la escuela.
Aportar dentro de eso, en informar a los padres, a los apoderados, hasta a los mismos niños cómo poder intervenir a diferentes chicos, según su tipo de diagnóstico, su capacidad, qué actividades son las más recomendadas para cada niño, qué tipo de complicaciones podría tener con cada tipo de diagnóstico.
Nosotros podemos ser profesionales dentro del establecimiento, dentro del plan.
Ya podemos no solo limitarnos a lo que nosotros podemos hacer con el estudiante aprendido desde el área clínica, sino que ahora se puede abrir una gama más amplia, que no solamente tiene que ver con esto.
“El Diplomado en Neurociencia y Desarrollo Sensorio-Motriz, te genera conocimientos y otorga nuevas herramientas. Pero, sobre todo, nos ayuda a entender que quizá las cosas pequeñas que nosotros estamos haciendo tienen una repercusión muy alta dentro de la vida de los estudiantes.
Las herramientas aquí adquiridas te servirán del área que vengas. Tuve compañeros psicólogos, kinesiólogos, psicopedagogos, y todos pudimos extraer cosas nuevas para nuestro trabajo, que de verdad son demasiado útiles, y que nos abren el conocimiento y la práctica para poder generar nuevas actividades dentro del aula.
Destacar también que el equipo del diplomado, director y docentes, siempre estuvieron dispuestos a escuchar, resolver y jamás quedé sin una respuesta”.
Franjo Restovic Zlatar
Diplomado en Neurociencia y Desarrollo Sensorio-Motriz