El área de la Salud está inmersa en la Transformación Digital (TD), con creciente digitalización, automatización y conectividad, para funciones no sólo administrativas sino también críticas. Sin embargo, la TD acarrea riesgos, como muestran numerosos y visibles ataques a instituciones de salud en todo el mundo. Los sistemas deben garantizar propiedades sistémicas que exceden a la mera funcionalidad: continuidad operacional (p.ej. ante ataques DDoS), confidencialidad y privacidad de la información (p.ej. ante hackeos), integridad de datos y sistemas (p.ej. ante ramsomware), y escalabilidad (para ajustarse a escenarios de crecimiento). Por ello, la definición clásica “Seguridad=CIA” incluye estas propiedades: Confidencialidad, Integridad, y Disponibilidad (Availability).