El vino chileno ocupa un lugar muy especial en la historia del país. Según cifras presentadas por la Asociación de Vinos de Chile, genera un 0.5% del PIB y más de 100.000 empleos directos.
Solo en 2022, las exportaciones alcanzaron 829.4 millones de litros y la superficie de vides ya supera las 130.086,17 hectáreas, según el Boletín del Vino.
Sin embargo, el aporte de la actividad vitivinícola sobrepasa el ámbito económico. Los vinos de Chile son reconocidos a nivel mundial por su calidad y se han convertido en un símbolo de la cultura e identidad nacional. Por ello, comprender y potenciar su comunicación es fundamental para mejorar su posición en los mercados actuales.
¿Cómo potenciar la Comunicación del Vino en Chile?
El vino chileno ha desarrollado una imagen íntimamente asociada a la identidad del país y ha logrado generar una percepción de confianza. Sin embargo, sus estrategias de comunicación han tenido problemas para ampliar los mercados y públicos en los que se ha consolidado hasta hoy.
Las particularidades de los vinos y el público al cual van dirigidos, cada vez más microsegmentado e influenciado por los medios digitales, hacen necesario complementar las técnicas de comunicación tradicionales centradas en el producto (soporte impreso, publirreportajes, catas, etc.). Ello, se puede realizar con métodos más innovadores, capaces de transmitir una experiencia emocional, sensorial y cognitiva.
Nuevos escenarios y formatos para la Comunicación del Vino
Los vinos tienen un lenguaje propio que busca despertar en las personas diferentes emociones y sensaciones. Transmiten valores, historia, cultura, tradiciones, aromas, sabores, momentos y mucho más. Los comunicadores deben ser capaces de comprenderlo, para luego comunicarlo en nuevos formatos y escenarios.
Esos nuevos formatos y escenarios pasan por lo audiovisual, pero deben ir más allá del videomarketing puramente promocional. El consumidor necesita verse involucrado a través del Story Telling, el arte de contar relatos y transmitir mensajes de forma atrapante. Es la mejor manera de marcar la diferencia en medio de los enormes volúmenes de contenido a los que está expuesto el público.
Es posible apelar a una buena conversación digital en redes sociales, imágenes estimulantes, transmisiones en vivo, catas online, recorridos virtuales por viñedos, concursos, intercambio de recetas de maridajes y artículos con información relevante. Todo esto, en la medida que aporten a tocar fibras emocionales, sensoriales y cognitivas.
Un gran ejemplo en un proyecto en Comunicación del Vino son los relatos de la campaña para Salvar a las Especie Marinas de Taylors Wines , en Valle de Claire, que finalista en los premios de Wine Communicators of Australia por su apoyo a la conservación de los caballitos blancos de mar blancos. Esta, fue impulsada por el Instituto de Ciencias Marinas de Sydney
Pero, ¿Cuál es la relación entre las cepas, el océano y estos animalitos? Pues bien, la viña se ha presentado como una empresa comprometida con la responsabilidad social y la sostenibilidad, involucrando a los caballitos de mar como emblema en su logo.
Conoce el Diplomado en Comunicación de Vinos
Los postgrados UNAB siempre responden a las necesidades de la realidad nacional e internacional. Y esta no podía ser la excepción. Por eso, la universidad creó el primer diplomado que enseña nuevas formas de comunicar el vino y contar sus historias, comprendiendo las dimensiones sensorial, cognitiva y emocional del oficio.
El Diplomado en Comunicación de Vinos es dirigido por Claudia Gacitúa, periodista, directora de Comunicaciones de la Asociación de Sommeliers de Chile y cofundadora de la Asociación de Mujeres del Vino de Chile. Es experta en el tema y ha dedicado gran parte de su carrera a la comunicación vinícola y gastronómica mediante diversos formatos, lenguajes y experiencias.
Visita la página del programa y descubre por qué es uno de los postgrados UNAB más innovadores y alineados con las necesidades de la industria vinícola del país.