En lo que administración respecta, el mundo público y privado manejan criterios distintos a la hora de gestionar recursos. Sin embargo, la gestión tributaria empresarial puede aportar considerablemente al manejo de la administración pública, facilitando el cumplimiento de los compromisos con el fisco.
Tal como lo precisa el Servicio de Impuestos Internos (SII), “las Entidades Fiscales pueden realizar todas las actividades que ameritan su condición de contribuyentes, esto es, obtener ingresos afectos al Impuesto a la Renta, ejecutar actividades de comercio afectas al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y retener el impuesto de sus empleados y trabajadores, como ejemplo de las obligaciones tributarias más importantes”.
Es por eso que para toda empresa -ya sea privada o estatal-, la gestión comercial y tributaria constituye uno de los aspectos clave para mantener una buena salud financiera y, desde luego, cumplir a cabalidad con los deberes fiscales y evitar problemas con el SII.
En ese sentido, los profesionales que se desempeñan en la administración pública pueden optimizar los deberes fiscales de sus empresas al apoyarse en la gestión tributaria empresarial, un área del conocimiento que cobra mayor relevancia luego de que, desde el 1 de enero de 2020, se incorporaran nuevos regímenes como parte del proceso de Modernización Tributaria.
¿Cómo la gestión tributaria empresarial puede impactar positivamente en el mundo de la administración pública?
Las empresas relacionadas con el sector público no están exentas de rendir cuentas al fisco y pagar los impuestos que correspondan en cada caso. Por eso, estas entidades necesitan profesionales que sepan gestionar eficazmente la carga impositiva de las organizaciones -como un contador público y auditor-, tanto para aminorarla como para evitar inconsistencias que pudieran derivar en problemas con el ente fiscalizador.
De esta forma, las entidades relacionadas con la administración pública podrán, entre otras cosas:
- Cumplir con el pago de los impuestos. Profesionales como un contador público y auditor son determinantes tanto para cumplir con los plazos -como el envío de las declaraciones juradas- como para determinar correctamente la carga impositiva de la empresa.
- Conocer las obligaciones tributarias de la empresa. Dependiendo del rubro y tamaño, cada empresa debe cumplir con ciertas obligaciones de acuerdo con el régimen tributario al que se encuentre acogida. Contar con un profesional que entienda todo lo relacionado con el tema es vital para una correcta gestión financiera, tributaria y contabilidad.
- Respetar el marco legal. Más allá de las cifras, un especialista en gestión tributaria empresarial conoce todas las disposiciones legales que la empresa debe cumplir, evitando incurrir en errores que deriven en multas o sanciones.
Ahora bien, ¿qué profesionales son los más capacitados para llevar la gestión tributaria de una empresa? Abogados, contadores auditores, ingenieros comerciales y profesiones similares, siempre que cuenten con una especialización, entendiendo que el país atraviesa por un período de cambios en materia impositiva.
Atendiendo a lo anterior, los profesionales ligados a la administración pública que deseen dominar la gestión comercial y tributaria pueden cursar el Magíster en Tributación de la UNAB, pudiendo satisfacer las necesidades de sus empresas en materia de impuestos.
Gracias al Magíster en Tributación, profesionales como abogados, ingenieros comerciales o contadores pueden entender a cabalidad el escenario tributario, optimizando la gestión financiera, tributaria y contabilidad en las empresas para las que trabajan, posicionándose como elementos indispensables para el buen desempeño de la organización.